[ Reseña X Men Wolverine Origenes Game ]

Y ha tenido que ser con la adaptación de una película; vivir para ver. Siguiendo la estela de los hack’n slash de referencia como God of War, Raven trae una orgía de golpes y regeneración que reflejan fielmente el salvajismo del mutante. Únicamente se le puede reprochar falta de originalidad y algo de linealidad, porque todo lo que presenta lo presenta bien.Logan tiene un pasado complicado lleno de dolor. Es el mejor en lo que hace y lo que hace es matar como nadie. Gracias a su poder de regeneración puede sobrevivir casi a lo que sea y el ambicioso Striker lo aprovechó para forrar su esqueleto de Adamantium, uno de los metales más duros de la tierra. Logan se convirtió en el Arma X. La operación le hizo casi indestructible, aunque Lobezno no tardó en volverse contra el propio Striker, cuando éste intentó traicionarle.

X-Men Orígenes: Wolverine nos narra la historia del mutante más carismático de Marvel siguiendo la línea marcada con la película pero tomándose ciertas licencias. Las secuencias que reflejan al dedillo la historia del filme han sido recortadas o simplificadas para agilizar la narración y se han introducido nuevos giros para añadir más camino que recorrer al mando de Wolverine. Todo ello narrado con secuencias CGI de gran calidad -la brutal presentación del principio pondrá los dientes largos a los fans del personaje-, mezcladas con otras hechas con el potente motor del juego: el Unreal Engine 3.

El protagonista es un calco de Hugh Jackman y su cuerpo surfre las heridas provocadas por machetazos, disparos y explosiones. Continuamente vemos los músculos y huesos de Logan bajo su piel arrancada. Pero no se queda así, ya que Raven ha desarrollado un vistoso efecto de regeneración que le devuelve a Lobezno la salud y su aspecto lozano. Hablando de cuerpos, destacar que los cadáveres de los numerosos enemigos que abatimos quedan esparcidos por el escenario. El detalle también se extiende a los niveles: instalaciones militares, selvas, templos, bosques nevados, laboratorios. Todo en ellos cuenta con muchos elementos que destruir, buenas texturas y reflejos vistosos. Únicamente reprochar ciertas y muy puntuales ralentizaciones y un tamaño algo limitado y lineal.

El apartado sonoro no cuenta con las voces ni las partituras de la cinta. Sin embargo, no se echan de menos. La banda sonora compuesta le va como un guante a la acción y Activision -la editora del título- ha hecho un fantástico trabajo de localización, con un elenco de actores de doblaje que nada tienen que envidiar a los de la película.El desarrollo es clásico: avanzar peleando con botón débil y fuerte, combinando ambos para realizar combos. Además, tenemos un botón de agarre que podemos rematar golpeando o lanzando al enemigo por los aires o contra un afilado objeto de los muchos que hay en los escenarios (Desde estacas a ramas, pasando por “toros” de construcción).

Uno de los movimientos que mejor nos ponen en la piel de “Wolverine” es la embestida. Con R1 fijamos un objetivo y con L1 el personaje se abalanza sobre ellos con sus garras por delante, por muchos metros que les separen. Gracias a esta acción, podemos movernos entre los enemigos como una auténtica fiera salvaje entre inofensivos conejillos. Además, hay una barra de Furia con hasta cuatro ataques especiales, que consumen una barra de energía y que permiten acabar con numerosos enemigos de un plumazo.

Todos estos combos y habilidades especiales van evolucionando con el transcurso de la aventura. A medida que abatimos rivales conseguimos puntos de experiencia que en el menú invertimos en diferentes apartados, como fuerza, furia o vida. Además, podemos conseguir mutágenos, unos ítems que aportan características extra para Wolverine. De esta forma, cada jugador puede crear el héroe que más se ajuste a su gusto. También encontramos momentos “especiales”, como enfrentamientos con enemigos de mayor tamaño, que exigen tener en cuenta pautas de ataque, o helicópteros. También hay puntuales cambios de desarrollo en pequeños niveles en los que hemos de disparar en tercera persona desde metralletas fijas y breves recorridos de plataformas (Saltar, trepar por cuerdas…).

Por último, mencionar otra habilidad de Wolverine: el instinto animal, que activamos con sólo pulsar arriba en la cruceta digital. Entonces, la pantalla se vuelve en blanco y negro, una estela nos indica nuestro próximo objetivo y los elementos con los que podemos interactuar del escenario se colorean. X-Men Orígenes: Wolverine ofrece una experiencia muy parecida a la de los grandes del hack n’slash como God of war o Ninja Gaiden, aunque sin aportar nada nuevo. Un apartado técnico notable y un desarrollo repleto de acción, que además refleja a la perfección los poderes de Lobezno, rematan una experiencia que encantará a los seguidores del género y entusiasmará a los fans de Logan y sus brutales métodos.

Fuente: IGN/Techconsumer