
Ah de los vampiros, esos seres que desde siempre nos han dejado con un sabor de boca… bueno, para que decir, a hemoglobina total. Johnny Depp y compañía ahora se aparecen en esta película de Tim Burton (para no variar) que llegó este viernes 22 de junio a cines mexicanos. Entérate de todo lo que pudimos ver en ella.
Ficha Técnica
Título: Sombras tenebrosas (Dark Shadows)
Título original: Dark Shadows
Dirección: Tim Burton
País: Estados Unidos
Año: 2012
Fecha de estreno: 11/05/2012
Fecha de estreno México: 22/06/2012
Duración: 113 min.
Género: Thriller, Intriga, Terror, Humor Negro
Calificación: No recomendada para menores de 12 años
Reparto: Johnny Depp, Eva Green, Michelle Pfeiffer, Jonny Lee Miller, Chloe Moretz, Gulliver McGrath, Helena Bonham Carter, Jackie Earle Haley, Bella Heathcote, Christopher Lee
Guión: Seth Grahame-Smith
Web: http://www.darkshadowsmovie.warnerbros.com/index.html
Distribuidora: Warner Bros. Pictures
Productora: Warner Bros. Pictures, Dan Curtis Productions, Village Roadshow Pictures, Zanuck Company, The, Tim Burton Productions, GK Films, Infinitum Nihil
Sinopsis oficial
En 1752, los Collins y su hijo Barnabas, zarpan de Liverpool con destino a América para librarse de la misteriosa maldición que pesa sobre su familia. Con el paso de los años, Barnabas (Johnny Depp), un playboy impenitente, se convierte en un hombre rico y poderoso que comete el error de romperle el corazón a Angelique Bouchard (Eva Green). Ella, que es una bruja, lo condena a un destino peor que la muerte: lo convierte en vampiro y lo entierra vivo. Dos siglos después, en 1972, Barnabas consigue salir de su tumba y se encuentra con un mundo irreconocible. Adaptación de la serie de televisión creada por Dan Curtis en 1966, que tuvo un remake en 1991.
Reseña
Pensemos por un momento que los vampiros no son como nos los pintan últimamente. Imaginemos y remontémonos a una época en donde los temores más oscuros de las personas se escondían en claroscuros, sombras, lugares apartados, pasos rechinantes y seres de las pesadillas más recónditas de nuestro subconsciente. El mito del vampiro tiene muchísimos años, tanto como leyenda, en literatura y no se diga en el cine, en donde se ha explotado en toda época.
Pensemos también por otro momento que se nos ofrece (una vez más) una película de vampiros. Todo mundo podría pensar “¡¿Una más?!”, pero lo cierto es que ésta, en particular, no es una película de vampiros como las que hemos visto últimamente como éxitos comerciales (y también muy alejada de cintas como la de John Carpenter, o inclusive inframundo). Lo cierto es que la fórmula del vampiro es una de esas que crea fascinación como hastío por igual.
Y así hemos visto desfilando cinta tras cinta, éxito y fracaso, originalidad y ridiculez. Pues bien, creo que Dark Shadows queda a medio camino entre todo eso. ¿Por qué? Por una simple y poderosa razón, un nombre: Tim Burton. Y no es porque se le vanaglorie, no es porque se le enaltezca. Es por la sencillísima razón de que ha generado un estilo tal, que es difícil imaginarse a otros personajes (tanto en casting como en diseño de personalidad) u otras historias que caminen por lugares distintos a los que ya conocemos.
Antes de comenzar a decir los pros y contras, recordar que Burton tiene ya a un crew bien delimitado y con el que se siente cómodo para trabajar. Se conocen, y comparten gustos en ciertos aspectos de sus respectivos trabajos. Creo que en este apartado, no puede reprochársele a ninguno de los involucrados que no veamos un proyecto cohesionado en actuaciones, aunque dispar en argumento y un planteamiento algo forzado.
Danny Elfman en la música, Johnny Depp en el rol principal, actuaciones secundarias o de coprotagonismo con Helena Bohnam Carter y varios de los compañeros de carrera de este cineasta, se presentan una vez más para entregar una película a medias de todos los tópicos posibles. ¿Por qué a medias? Porque nunca termina de ser drama, ni comedia, ni humor negro, ni parodia. Es simplemente, una loca aventura “Burtoniana”.
Dado el peso que tiene hoy día su nombre y la lista prolífica de cintas por las que se le ha reconocido (como director en unas tantas, y como productor en muchas otras) creo que este señor, después de ello, se ha planteado seriamente hacer lo que se le da la gana. Y con esto no me refiero a sacar cualquier sin sentido inútil y disparatado, sino me refiero a que se da el lujo de poder meter “n” elementos de cualesquiera los géneros y gags que se le ocurran, y aun así, la gente querrá mirar su cinta.
¿Esto lo justifica? Absoluta y rotundamente no. La película que nos presenta Burton parece forzar las cosmogonías que le han fascinado y que ha tratado en mayor o menor medida, de llevar a la pantalla grande. Estéticas del siglo XIX, personajes con cualidades orales de épocas diferentes a la nuestra. Una tendencia marcada por estos mundos llenos de misticismo y de extrañísimos elementos estéticos, así como el gusto por lo “grotesco” o en otras palabras, la fealdad que encanta. Esos ambientes lúgubres que ya conocemos de sobra en sus cintas y también esos personajes (que Depp en la mayoría ha interpretado) que simplemente, son parte de su visión y legado como cineasta y artista.
El problema es cuando estas visiones y personajes se atropellan entre ellos. Si con Mars Attacks! ya teníamos una tendencia kitsch con marcados tintes de humor negro y que estaban en el límite entre la parodia burda y el cine horror comedy, con Dark Shadows nos encontramos con una pretensiosa apuesta al revivir a un vampiro, Barnabas por nombre lleva (algo de la forma de hablar se me tenía que quedar) en plenos años 70’s. Sí, esos que están plagados de clichés y que aparte de todo han servido para incontables parodias también.
La película nunca termina de cuajar en ningún momento. Tenemos escenas de marcado humor negro y ácido que se ven rebotadas por escenas de corte sexual (muy en pro de la época, pero muy en contra de lo que acostumbra Burton) alternando con escenas de “romanticismo” superficial que tampoco terminan de dar la entereza necesaria. No se diga tampoco de los momentos “serios” de la película en los cuales observamos a un Johnny Depp sumido en su papel de vampiro para terminar con una frase ligera o un gesto que rompe todo esquema de solidez entre escenas.
Sin duda un “tributo” a Nosferatu de Murnau (a su manera y respetando el corte gótico de la serie de los 60’s) y lo entrecomillo porque se supone que un tributo deba enaltecer, rendir homenaje, en cuyo caso Dark Shadows hace todo lo contrario. Parece parodiar, embrutecer y satirizar todos los guiños que contiene hacia las obras que toma como inspiración. Es de agradecer que no pusieran manifiesta alguna escena con la sombra de Barnabas, como en aquel claroscuro expresionista de Nosferatu. Haberlo filmado, como simple broma o como cualquier cosa, hubiera supuesto algo fatal.
Quizá el elemento más digerible de esta cinta sean las interacciones que se lograron con los diálogos, y esto directamente por un guión bastante elocuente y logrado para el resultado final de la película, en donde los giros argumentales nunca embonan adecuadamente. La extravagancia de los propios personajes los hace sumamente disparejos. No porque las actuaciones queden a deber, sino simplemente porque cada personaje parece de una película distinta o interpretando un rol para una historia diferente.
Cosa aparte es la química que tienen entre ellos, que como ya lo he mencionado, se lo deben en gran medida a que los equipos de trabajo con los que acostumbra rodar Burton no varían demasiado entre sí. Pareciera ya una hermandad, un colectivo de actores que brillan en conjunto, o se meten el pie entre ellos como en Dark Shadows.
Sin duda la música a cargo de Danny Elfman no es de lo mejor que se le pueda escuchar, tampoco es de esas pequeñas melodías que ya podemos identificar junto a Burton, y creo que esto, lejos de ser un aspecto negativo, tiende a balancear también toda la cinta. Música y estética son dos cosas en las que Burton ha sobresalido (en muchos casos por ser inquietante o poco común) pero de los que ha abusado incontables ocasiones.
Cuando tienes a un director con una trayectoria como la de este personaje de cabello a la Robert Smith, no puedes sino identificar los elementos que conforman su obra de alguna u otra manera y empiezas a notar los abusos que comete. Como lo apunté anteriormente: el que se modere esta carga estética y musical termina dándole un poco más de neutralidad a la cinta; esto también nos sugiere a un Burton menos excesivo, que aunque repite en algunas de sus fórmulas, en otras se mantiene un poco más sereno, abiertamente más conservador que en algunas de sus obras más reconocidas.
Los avances que veíamos con los diferentes trailers, ensalzaban una película cargada de humor negro hasta en los colmillos de Depp, y lastimosamente es menos graciosa de lo que uno esperaría. Aún con sus momentos de lucidez (en cuyos casos, ciertamente es por la buena intromisión del guión) la película quizá no termina más siendo otra cosa que la forma poco típica de parodia de este director.
Y es que si se mira la serie Dark Shadows de los 60’s, no se encontrará en absoluto el humor que encontramos en esta cinta, aunque hay que decir que al menos tienen un parecido directo en argumento y algunas escenas. Por lo demás creo que para digerirla adecuadamente se necesita ser una persona con altas dosis de humor negro y situacional. Y es que los elementos hippies a lo largo de toda la cinta dan un toque muy singular, pero que no hace más que reafirmar la idea y concepción de toda la película: el chiché y el estereotipo a la orden del día.
De Helena Bohnam Carter también se podrían decir muchas cosas. La verdad es que es difícil concebirla en un papel racionalista. Y menos con los personajes que ha interpretado en las películas de su esposo. A ella le va más la locura, el desquiciamiento, lo atroz, inclusive lo raro, lo monumentalmente extravagante. Todo lo demás, dicho sea de paso, no deja de dar una regular actuación, pero no se le ve en su medio natural, en su posición acostumbrada.
Dedicarle su parte a todas las actuaciones haría esta reseña increíblemente larga, pero al menos Michelle Pfeiffer queda «bien» al igual que Eva Green, aunque a esta última se le nota la sobreactuación durante algunos puntos del filme. Lo de la hija y el desenlace… bueno para quienes se vayan a aventurar a ver Dark Shadows… creo que no se los arruinaré pero termina siendo lo menos rescatable de la cinta.
Y como los spoilers son totalmente innecesarios, tampoco se escribirá nada del final, sólo que se convierte en esa parte incómoda, que lejos de ser el cierre adecuado y con el cual uno se va con una buena impresión al salir de la sala, es al contrario, un disgusto y una (a medias como toda la cinta) desilusión. Ahora, podríamos recordar que en muchas películas de Burton las cosas salen así, con ese final a lo “vivieron felices para siempre” pero que de ningún modo se plantea como lo que vemos en Dark Shadows.
Los efectos especiales no son ni buenos ni malos, aunque hago hincapié en que ese cierre de la película, también los deja mal posicionados. Y es que tampoco se precisaba demasiado, aunque ya sabemos que no es muy usado este recurso por el director, nunca se ha caracterizado (si acaso con algunos filmes) de querer abusar o desarrollar películas efectistas. Como todo lo demás, queda a mitades.
Y aquí viene ese momento en donde, con películas como estas en donde casi todo está en término medio, pueden estar de acuerdo o disentir con lo que aquí se ha dicho. Lo cierto es que no es una película que se podría recomendar. Las escenas de humor harán reír a la mayoría, pero sin duda no será suficiente para decir que es una película que sea imprescindible de mirar en cines. Quizá, en esta ocasión, lo mejor sería esperar a que se estrene en DVD y Blu-Ray.
Para quienes sean fans de Depp o Burton, quizá sea un “must” aunque tampoco es lo mejor que podemos encontrar de ninguno de los dos. Atentos a eso, si son objetivos lo notarán, pues la película habla por sí misma. Por lo demás, puedes pasar un momento divertido pero sumamente contrariado en sí mismo por muchas cosas (sólo faltó que Barnabas cantara a lo Sweeney Todd para que fuera la mezcolanza total). Por un momento ríes, por otro pretendes que la película tendrá un argumento diferente. Lo cierto es que por esto mismo, se torna sumamente singular
Quizá este último mérito sea lo que haga que se lleve un tremendo panzazo a la hora de pasar las calificaciones (en casi todos los sitios incluyendo este aunque no califiquemos nunca con números). De la película se esperaba más, en todos los ámbitos, pero tampoco podemos decir que es una película insufrible, por eso se queda en un término medio, tiene un poco de jugo pero eso no justifica la producción, y menos teniendo que compararlo con las antiguas producciones de este director.
Por lo demás, la decisión y opinión también está en ustedes, aquí se hace un análisis y al final los que tienen la última palabra serán ustedes estimados stylers.
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Saludos




















A mi me dejo un mal sabor de boca el final, no era lo que esperaba para mi desgracia u_u
No cabe duda que lo mejor de ti es que eres objetivo, felicidades, la reseña es muy larga pero mientras voy leyendo y avanzando ni siquiera se siente de lo bien redactada que esta y lo interesante que se hace la lectura.