Hablemos de: Max Brooks, maestro de la literatura Zombie

Tal vez no muchos no sepan de quién hablamos cuando decimos el nombre «Max Brooks», pero es seguro que conocen alguna de sus obras, que son de las más importantes piezas en la literatura Zombie: La guía de supervivencia Zombie y Guerra Mundial Z. Dá el salto y descubre por qué es famoso!

Maximillian Brooks nació el 22 de Mayo de 1972 en Nueva York, y si su apellido se te hace conocido es debido a que es hijo del afamado director Mel Brooks.

Y aunque sus trabajo más conocido y famoso ha sido como escritor, Max también se ha desempeñado como guionista(en el programa Saturday Night Live), como actor(en series como Roseanne y Pacific Blue) y como actor de voz(en animaciones como Batman Beyond y Justice League).

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Brooks se volvió mundialemnte conocido con el lanzamiento de su primer libro en 2003, The Zombie Survival Guide, que se volvió un Best Seller.

En este peculiar libro de supervivencia se explica detalladamente cómo sobrevivir ante una pandemia Zombie, todo enfocado en un ciudadano promedio.

Contiene 7 capítulos, cada uno detallando una parte del «plan de supervivencia»:

El libro está dividido en siete capítulos, más un índice.

I. Mitos y realidades

En este primer capítulo se explican los orígenes de los Zombies, sus capacidades reales así como se desmienten algunos mitos populares alrededor de ellos. También se detalla el virus causante de estos seres, el Solanum, junto con sus métodos de propagación e infección específicos. Se habla igualmente sobre los tipos(y niveles) de brotes, desde un pequeño incidente aislado hasta una verdadera pandemia.

II. Armas y Técnicas de Combate

Se describen y examinan las armas más efectivas para acabar con la amenaza  Zombie, así como las mejores técnicas para enfrentar a los muertos vivientes.

III. Defendiendo
En este capítulo se analizan los mejores lugares para permanecer seguro en un lugar permanente, todo bajo la premisa «Ningún lugar es seguro, sólo un poco más seguro».

IV. Huyendo

Este capítulo se centra en las acciones que se deben tomar ante un súbito ataque Zombie mientras nos encontramos viajando en busca de un refugio.

V. Atacando

Aquí se habla sobre la cara opuesta de la moneda: Enfrentarnos a los Zombies en lugar de evitarlos a menos que sea necesario.

VI. Escenarios

En él se analiza el peor escenario conocido en un brote Zombie, el brote de Clase 4. Se habla de temas similares a los capítulos anteriores, pero adaptados a un nivel mucho más grande y peligroso.

VII. Anteriores Brotes

Este último capítulo cuenta con una lista documentada sobre brotes Zombies a lo largo de toda la historia. Desde el año 60000 AC en África hasta el año 2002, en E.U.A.

Este es un extracto del libro, tomado del capítulo I:

LOS NO MUERTOS: MITO Y REALIDAD

¿Qué es un Zombie? ¿Cómo se crean? ¿Cuáles son sus puntos fuertes y cuáles sus puntos débiles? ¿Qué necesitan? ¿Cuáles son sus deseos? ¿Por qué son tanhostiles con los humanos? Antes de hablar sobre las técnicas de supervivencia, debes conocer aquello a lo que intentas sobrevivir.

Debemos empezar separando los hechos reales de la ficción. Los muertos andantes no son ni obra de la magia negra, ni tampoco de una fuerza sobrenatural.

Tienen su origen en un virus conocido como Solanum, palabra latina utilizada por Jan Vanderhaven, el primero en descubrir esta enfermedad.

SOLANUM: EL VIRUS

El Solanum funciona viajando dentro del sistema sanguíneo, desde el punto de entrada inicial hasta el cerebro. De un modo que aún no se ha llegado a comprender del todo, el virus usa las células del lóbulo frontal para la replicación y las destruye en el proceso.

Durante este periodo, cesan todas las funciones del cuerpo. Cuando se para el corazón, se da por muerto al sujeto infectado. El cerebro, sin embargo, continúa vivo pero inactivo, mientras el virus muta las células y las convierte en un órgano completamente nuevo. La particularidad más decisiva de este nuevo órgano es su independencia del oxígeno. Si eliminamos la necesidad de este elemento tan importante, el cerebro de los no muertos puede utilizar, pero no depende de él en ninguna medida, el complejo mecanismo de apoyo del cuerpo humano. Una vez completada la mutación, este

nuevo órgano reanima el cuerpo convirtiéndolo en una forma que guarda poco parecido (fisiológicamente hablando) con el cadáver original. Algunas de las funciones corporales continúan siendo constantes, otras operan de manera diferente y las restantes se inhabilitan para siempre. Este nuevo organismo es un Zombie, un miembro de los muertos vivientes.

Debido al éxito de su anterior publicación(y en parte también al fanatismo de Brooks por los Zombies), escribió una novela sobre el mismo tema en el año 2006, titulada World War Z(por supuesto, otro Best Seller).

Este libro a diferencia de su antecesor no nos indica cómo sobrevivir al apocalípsis Zombie, en su lugar nos narra las experiencias de varias personas que lo vivieron en carne propia.

El personaje principal es un agente de la Comisión de Postguerra de las Naciones Unidas encargado de recabar información y testimonios sobre la extinta pandemia(para ese momento, ya había acabado).

Las historias cortas nos llevan desde los inicios de la pandemia (el paciente cero, en China) pasando por la gigantesca batalla de Yonkers, Nueva York una vez que el mundo ya está sumido en la pandemia y finalizando con algunos comentarios en retrospectiva una vez que el mundo logra recuperarse de la masiva infección.

Esta es la introducción del libro:

 Le dan muchos nombres: “La Crisis,” “Los Años Oscuros,” “La Plaga que Camina,” y también nombres más nuevos y de moda como “Guerra Mundial Z” o “Primera Guerra Z.” En lo personal me disgusta ese último título, pues sugiere una inevitable “Segunda Guerra Z.” Para mí, siempre será “La Guerra Zombie,” y aunque algunas personas pueden discutir acerca de la exactitud científica de la palabra zombie, me gustaría invitarlos a encontrar otro término que tenga una aceptación tan universal para las criaturas que estuvieron a punto de provocar nuestra extinción. Zombie sigue siendo una palabra devastadora, con un poder sin igual para conjurar un sinfín de recuerdos y emociones, y son precisamente esos recuerdos y emociones los que forman el tema principal de este libro.

Este registro del más grande conflicto en la historia de la humanidad le debe su existencia a un conflicto mucho más pequeño y personal que tuve con la directora de la Comisión de las Naciones Unidas para el Reporte Posterior a la Guerra. Mi trabajo inicial para la Comisión no era para nada una tarea realizada por simple amor al arte. Mis gastos de viaje, mi autorización de seguridad, mi ejército de intérpretes, tanto humanos como electrónicos, y también mi pequeño pero invaluable aparato de transcripción activado por voz (el más grande regalo que el digitador más lento del mundo puede desear), todas eran muestras del valor y el respeto que tenía mi trabajo en este proyecto. Es por eso que no necesito expresar la enorme sorpresa que me llevé cuando vi que casi la mitad de ese trabajo había sido omitido del reporte final.

“Es demasiado personal,” dijo la directora durante una de nuestras “animadas” discusiones. “Demasiadas opiniones, demasiados sentimientos. Eso no es lo que nos interesa en este reporte. Necesitamos hechos claros y números, datos que no estén contaminados por el factor humano.” Desde luego, tenía razón. El reporte oficial debía ser una recolección de datos claros y concretos, un reporte objetivo “después de” que permitiera a las generaciones futuras estudiar los eventos de la década del apocalipsis sin la influencia del “factor humano.” ¿Pero acaso no es el factor humano lo que nos conecta profundamente con nuestro pasado? ¿Acaso a las generaciones futuras les interesarán más los números y las estadísticas, que los recuerdos personales de unos individuos parecidos a ellos? ¿Al excluir el factor humano, no nos estamos desligando emocionalmente de nuestra historia y, que Dios no lo permita, quizá arriesgándonos a repetirla algún día? Y a fin de cuentas, ¿no es el factor humano lo único que nos diferencia del enemigo al que ahora nos referimos como “los muertos vivientes”? Le presenté estas razones, quizá de una manera menos profesional de lo adecuado, a mi “jefa,” quien después de mi exclamación final de “no podemos dejar morir estas historias,” respondió inmediatamente diciendo, “Entonces no lo hagas. Escribe un libro. Todavía tienes todas tus notas y la libertad legal de utilizarlas. ¿Quién te está impidiendo que mantengas estas historias vivas en las páginas de tu (obscenidad editada) libro?”

Sin duda, algunos críticos se ofenderán con el concepto de un libro de vivencias personales  editado tan poco tiempo después del fin de las hostilidades. Después de todo, sólo han pasado doce años desde que el “Día VA” fue declarado en el territorio continental de los Estados Unidos, y menos de una década desde que la última potencia mundial celebró su liberación con el “Día de la Victoria China.” Dado que muchos consideran que el Día VC es el final oficial de la guerra, ¿cómo es posible tener una perspectiva real, en palabras de uno de mis colegas de la ONU, “cuando hemos estado en paz apenas el mismo tiempo que estuvimos en guerra?” Es un argumento muy válido, y necesita una respuesta. En el caso de esta generación, los que lucharon y sufrieron para darnos esta década de paz, el tiempo es tanto un enemigo como un aliado. Seguro, los años venideros traerán una mayor introspección, agregando una mayor sabiduría a los recuerdos de un mundo maduro en la posguerra. Pero muchos de esos recuerdos ya no existirán, atrapados en unos cuerpos y espíritus demasiado viejos o enfermos como para cosechar los frutos de su victoria. No es ningún secreto que la expectativa de vida global es una mera sombra de lo que era antes de la guerra. Con toda la desnutrición, la polución, la reaparición de enfermedades que se consideraban erradicadas, incluso en los Estados Unidos, a pesar del actual resurgimiento económico y el sistema de seguridad universal en salud; simplemente no hay suficientes recursos para atender todas las secuelas físicas y psicológicas. Es por ese gran enemigo, el tiempo, que decidí prescindir de la posibilidad de una mayor introspección y publiqué los relatos de estos sobrevivientes. A lo mejor en unas cuantas décadas, alguien emprenderá la tarea de recolectar las memorias de unos sobrevivientes más viejos y quizá más sabios. Quizá entonces yo sea también uno de ellos.

Aunque este es principalmente un libro de relatos, incluye muchos de los detalles tecnológicos, sociales, económicos, y demás incluidos en el reporte original enviado a la Comisión, ya que están estrechamente relacionados con las historias y las voces registradas en estas páginas. Este libro es de ellos, no mío, y traté de mantenerme como una presencia lo más invisible que me fue posible. Las preguntas mías que aparecen en el texto están allí sólo para ilustrar aquellas preguntas que los lectores podrían haberse realizado. He tratado de reservarme cualquier juicio de valor, o comentario de cualquier tipo, y si hay algún factor humano que deba ser removido del texto, que sea el mío.

Fué tal el éxito de este último libro, que en el 2007 la casa productora Plan B Entertainment compró los derechos para hacer una película en base a él.

El guión fué escrito por J. Michael Straczynski, el creador de la serie de TV Babylon 5, y Marc Forster será el director.

La película será protagonizada por Brad Pitt, y se rumora que ya se está filmando para ser estrenada en el año 2012.

Este es un artwork mostrando una escena de la batalla de Yonkers, como podría verse en la película(dá click para verla a tamaño grande):

Ambos libros también han sido publicados en forma de audio-libros, siendo especialmente aclamado World War Z, por el hecho de contar con un elenco muy variado, incluyendo al propio Max Brooks y al actor Mark Hamill.

Personalmente les recomiendo los audiolibros, son bastante buenos para ir escuchando en el trayecto al trabajo o la escuela, y mientras llega la película de WWZ, esta es la mejor manera de experimentarlo.

Recuerda decir no a la piratería, ambos libros han sido publicados en Español y los pueden comprar en México en los siguientes links:

The Zombie Survival Guide

World War Z

Y aquí pueden comprar los audio-libros, así como escuchar un fragmento de ambos:

The Zombie Survival Guide

World War Z

No cabe duda de que Max Brooks se ha vuelto un ícono de la cultura popular, así como sus libros. Si núnca has leído alguna de sus obras y eres fanático de los Zombies, qué esperas!? No te arrepentirás.

Qué les pareció este «Hablemos de:» Stylers? De qué les gustaría que habláramos? Comenten!

Comments

  1. Avatar de [ Wizard Of Gore ] [ Wizard Of Gore ] dice:

    3 cosas llevare conmigo en una apocalipsis zombie, una escopeta, comida, y la #Fuckingepic guia de Max, que por cierto, es genial, la tengo y uhhhh, es genial

    • Jajaja es lo primordial para saber qué hacer en caso de pandemia Zombie… La idea es que todos los Stylers la tengan antes del 2012, quién sabe cómo acabe el mundo, tal vez con un ataque Zombie. 😀

      Por cierto, olvidaste las municiones para la escopeta. XD

      Saludos!

  2. Avatar de brisiagamer [ Brisia-CR ] dice:

    Jajaja!! si, qué onda con las municiones. Pues a mí me dará mucha flojera andar buscando comida y sobrevivir así que mejor me hago zombie. Excelente nota M, la verdad no sabía de Max Brooks (sólo su papá, ja!) pero gracias a tí me interesó mucho su trabajo!

    • Gracias Bri, me alegra que te haya gustado. 😀

      Ambos libros son geniales, te los recomiendo mucho. Te ponen a pensar seriamente en qué harías si hubiera un apocalípsis Zombie. O al menos a mí si me puso a pensar. XD

      Saludos!

  3. Yo recién acabo de terminar Guerra Mundial Z, Son muchos datos, lo curioso es que nadie comenta que la batalla de Yorkes fue un fracaso para USA 😀

    • Eso si, se supone que esa campaña militar era para «subir la moral de la población» y pues resultó todo lo contrario… Ese es mi capítulo favorito en todo el libro, está bien épico como los humanos con todo y su súper tecnología no pueden contra los muertos vivientes. 😀

      Saludos!

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